domingo, 6 de octubre de 2013

turón

Turón


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El turón es el mamífero carnívoro con característico antifaz en el rostro, cuerpo alargado y delgado, patas cortas y cola larga. El tamaño del turón es pequeño, no superando los 1.500 gramos. La coloración es uniforme, aunque puede variar mucho de unos ejemplares a otros de forma general, pero en particular depende de las subespecies. En la península ibérica se localizan las siguientes subespecies:
  • Orden: Carnívora.
  • Familia: Mustélidos.
  • Género: Mustela.

Características

El turón posee un cuerpo alargado y flexible, con patas cortas, apto para moverse con rapidez por el fondo del bosque e introducirse dentro de las madrigueras de roedores y conejos, de los que se alimenta. La cabeza es pequeña, ancha y aplastada, y sus diminutas orejas redondeadas apenas sobresalen. La longitud de cabeza y cuerpo es de unos 30 a 50 centímetros, mientras que la cola (muy poblada) mide de 10 a 19. Mientras que los machos pueden superar ligeramente el kilo de peso, las hembras alcanzan sólo entre 650 y 850 gramos. Éstas disponen de 8 glándulas mamarias con las que amamantan a sus crías durante el periodo de lactancia.
El color del pelaje del turón varía entre gris, marrón y amarillento en el dorso, siendo negro en patas y vientre. Un par de bandas blancas rodean los ojos, aislando un característico antifaz oscuro en torno a ellos. También son blanquecinas la boca y las orejas. Poseen un total de 34 dientes.
Normalmente, en libertad no superan los 7 u 8 años.

Hábitat

El turón puede vivir casi en cualquier lugar que le procure un escondrijo desde donde acechar a sus presas, incluyendo bosques, zonas de maleza, praderas, terrenos rocosos y riberas de ríos. El territorio que reclama cada animal puede llegara los 2 kilómetros cuadrados.
La distribución del turón en la Península Ibérica ocupa la mayor parte de ésta, aunque en los últimos años se ha visto expulsado de muchas zonas debido a la desertización y los incendios forestales. Se encuentra protegida en gran parte de Europa.

Comportamiento

El turón es un animal solitario, excepto en la época de celo (final de invierno o principio de primavera) en la que se reúnen varios machos que pueden entablar violentos combates para erigirse con la hembra.
El turón huele muy mal, siendo un animal muy sucio, que no limpia su madriguera u huronera, como también se le llama, por lo que suele ésta despedir un fétido olor que delata la presencia de la especie en su interior, en el que se acumulan excrementos y restos de comida. Cuando está acorralado o asustado sus glándulas anales producen unas secreciones muy fétidas, comparables a las de la mofeta, producidas por 2 glándulas que se encuentran en la zona del recto.
El turón es muy juguetón, incluso de adulto.

Alimentación

La alimentación del turón es muy variada y puede ir desde el conejo (su presa favorita) hasta las ratas y ratones, pasando por sapos, ranas, caracoles, lombrices o aves, incluyendo los huevos, sin desdeñar tampoco la carroña. La disponibilidad de un tipo determinado de presas, condiciona los hábitos alimenticios del turón, que se adapta con facilidad a lo que le da el territorio, aunque la importante regresión del conejo por la mixomatosis y la neumonía hemorrágica vírica, ha condicionado de modo especial la especie, que en los últimos decenios ha desaparecido de amplios territorios de la geografía nacional, no siendo actualmente abundante la especie en ningún caso.

Depredadores

Los principales enemigos del turón son las rapaces nocturnas, las grandes serpientes como la víbora y la culebra bastarda y los carnívoros grandes como zorros y lobos. Los grandes carnívoros y las grandes rapaces nocturnas y diurnas.

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