Nombre Científico : Lama guanicoe
- Familia: Camélidos
- Suborden: Tilópodos
- Orden: Artiodáctilos
- Clase: Mamíferos
- Identificación: Camélido de cuerpo bien proporcionado, extremidades y cuello finos, orejas largas y móviles; partes superiores de color beige rojizo oscuro, partes inferiores blancas y cara grisácea oscura.
- Tamaño: Longitud cabeza – cuerpo: 1,8-2,2 m; longitud cola: 25-30 cm; altura en la cruz: 100-120 cm.
- Peso: 100-120 kg.
- Distribución: Desde el sur de Perú hasta el este de Argentina y la Tierra de Fuego.
- Hábitat: Herbazales y otras zonas abiertas y secas, desde el nivel del mar hasta 4.000 m de altitud; a veces se adentra en los bosques.
- Alimentación: El guanaco tiene un régimen variado pero siempre vegetal; aunque es preferentemente pacedor y prefiere la hierba, ramonea a menudo hojas en arbustos.
- Reproducción: Tras 342-368 días de gestación nace una cría única –muy rara vez dos-, que pesa de 6 a 16 kg.
Características
Un camélido salvaje adapta a los AndesComo los demás tilópodos, el guanaco tiene un estómago rumiante, pero, a diferencia de los rumiantes propiamente dichos, este órgano cuenta con tres cámaras en lugar de cuatro. Otro rasgo que comparte el guanaco con los demás tilópodos –aunque en este caso con ningún otro mamífero- es la forma de los hematíes, que son ovalados en lugar de circulares.
- DENTICIÓN: Como todos los camélidos y a diferencia de los cérvidos y bóvidos, el guanaco conserva los caninos superiores; sin embargo, así como los jóvenes tienen el número completo de incisivos superiores, los adultos sólo conservan los externos. Tanto éstos como los incisivos inferiores tienen una forma espatulada (aunque distinta entre unos y otros) y están inclinados hacia delante. Los caninos son casi verticales y puntiagudos, mucho más largos en los machos que en las hembras. Los molares son más complejos que los premolares y su forma es similar a la de los rumiantes propiamente dichos: las coronas, bastante elevadas, presentan pliegues de esmaltes en figura de media luna (dentición selenodonte).
- OJOS: Los ojos del guanaco son bastante grandes e implantados a gran altura en el cráneo, los ojos están además situados en una posición levemente frontal, lo que permite una visión semiestereoscópica y percibir el relieve. En los medios abiertos en los que suele vivir el guanaco, la vista resulta esencial en la detección de los depredadores. Incluso cuando pacen, estos animales conservan una buena visión del espacio que les rodea, lo que salva a menudo la vida a muchos guanacos solitarios o separados del grupo.
- PELAJE: Espeso, suave y largo, protege al guanaco del frío intenso y de las violetas
- DEDOS: Como en todos los camélidos, el guanaco sólo tiene dos en cada pie –el tercero y el cuarto- y cada uno de ellos lleva una uña con aspecto de pezuña en su cara superior.
- CABEZA: Pequeña y alargada, carece de cuernos y tiene unas orejas largas y puntiagudas.
- CUELLO: El cuello del guanaco es largo y fino, como en otros camélidos.
- OREJAS: El guanaco tiene unas orejas largas y móviles que juegan un papel fundamental en la comunicación. Combinadas con la cola enhiesta, por ejemplo, las orejas gachas denotan agresión; y cuando el animal bate estos apéndices al tiempo que escupe y grita, ello significa que va a comenzar el combate. Los orejas, obviamente, son también esenciales par la audición, un sentido esencial para la supervivencia del guanaco al contribuir a la detección de los posibles depredadores.
- LABIOS: Los labios del guanaco son extremadamente móviles; el labio superior está profundamente hendido.
- PATAS ANTERIORES: Están provistas de unas callosidades en su parte interior que lo distinguen de la vicuña.
- PIES: Como en los demás artiodáctilos, el eje principal de cada pie y por consiguiente la fracción del peso corporal que sostiene cada pata, pasa entre los dedos tercero y cuarto. Aunque no lo parezca exteriormente, el guanaco es digitígrado y tan sólo las puntas frontales de sus dedos tocan al suelo. Los huesos del dedo más próximos al pie (huesos proximales) están expandidos en su extremo distal o más cercano a la punta. Los huesos digitales medianos son anchos y almohadilla cutánea que forma la suela del pie. Los huesos distales (los más próximos a la punta) son pequeños y no están recubiertos por pezuñas propiamente dichas, sino que llevan uñas en la superficie superior. Las almohadillas, que parecen pezuñas pero que en realidad no lo son, son blandas y hendidas, lo que evita que se dañe el frágil césped andino donde suele habitar este animal.
Especies
Los camélidos sudamericanos, entre los que se incluye el guanaco, carecen de giba, tienen las orejas largas y los dedos relativamente finos; la llama y la alpaca son exclusivamente domésticas y probablemente descendientes del guanaco, aunque no todos los autores están de acuerdo en ello, mientras que la vicuña pertenece a un género distinto y, pese a todos los intentos efectuados por domesticarla, sólo vive al estado salvaje. En cambio, los camélidos del Viejo Mundo tienen las orejas cortas y se diferencian por poseer joroba. Mucho mayores que los americanos –el dromedario alcanza 2,30 m de altura en la cruz-, son también más corpulentos, ay que su peso varía desde los 300 hasta los 690 kg.CAMELIDOS SUDAMERICANOS
Llama
(Lama glama)Es algo más corpulenta –de
130 a 155 kg de peso- que el guanaco y de color muy variable. Fue
domesticada por primera vez en Perú, probablemente hace más de 4.500
años, dado que en yacimientos de esta época aparecen numerosos huesos de
llama que muy posiblemente eran de animales domésticos. Los primeros
datos históricos, sin embargo, se remontan a unos 200 años a.C., cuando
un pueblo agrícola y ganadero que se dedicaba al cultivo de maíz y a la
cría de estos animales sentaba las bases de los que siglos después sería
el gran imperio de los incas. Durante los siglos XI y XII, con el
apogeo de esta civilización, la ganadería basada en la llama y la alpaca
alcanzó su máximo esplendor.
En la época de la conquista española el
número de llamas se contaba por decenas de millones, y tan sólo en las
minas de plata los incas utilizaban unas 300.000. Empleada sobre todo
como bestia de carga, es probable que la llama fuera el único animal
domesticado con este fin por los pueblos nativos del Nuevo Mundo. Además
de esta función que le valió el apodo de “nave de los Andes”, la llama
proporciona carne que se consume seca o fresca, lana para la confección
de ropa, cuero para la elaboración de aperos y sandalias, grasa para
fabricar velas, pelo para hacer cuerdas e incluso sus excrementos, una
vez secos, sirven como combustible. Todavía muy utilizada en los Andes
centrales, la llama es capaz de caminar 26 km diarios con una carga de
entre 96 y 100 kg por terrenos quebrados y abruptos situados a 5.000 m
de altitud.
Alpaca
(Lama pacos)Bastante menor que la llama
(de 55 a 65 kg de peso corporal), también fue domesticada por primera
vez en Perú, hace unos 4.000 a 5.000 años. Cubierta con un pelaje mucho
más largo y fino que el de la llama, la alpaca se sigue criando
selectivamente por su lana, que es la mejor del mundo después del
“shatoosh” del antílope tibetano. Destinada antaño a la confección de
ropas para la realeza inca, esta lana es hoy un importante artículo de
exportación y así, mientras las llamas son sustituidas en muchas zonas
por camiones y trenes, la alpaca, que hoy cuenta con más de 3,3 millones
de cabezas, adquiere cabeza mayor importancia gracias a su apreciado
pelaje.
Vicuña
(Vicugna vicugna)Considerablemente menor
que el guanaco, la vicuña muestra los siguientes valores biométricos:
125-190 cm de longitud cabeza-cuerpo; 15-25 cm de cola; 70-110 cm de
altura en la cruz; 35-65 kg de peso. Más pálido que el guanaco y sin la
cara oscura, este camélido tiene un “mandil” blanco o amarillento rojizo
en el pecho y la parte baja del cuello. La vicuña vive en los prados de
puna del altiplano andino, por debajo de las nieves perpetuas (entre
los 4.800 y 5.750 m de altitud) y por encima de los 3.500 m, y su dieta
se compone casi exclusivamente de la hierba baja y perenne que crece en
estos herbazales semiáridos. Aunque no están rápida como el guanaco
–pese a ser capaz de correr a 47 km/h a 4.500 m de altitud-, sus
movimientos son extremadamente gráciles, quizá más que los de cualquier
otro ungulado.
CAMELIDOS DEL VIEJO MUNDO
Dromedario
(Camelus dromedarius)El dromedario o
camello de Arabia tiene una sola joroba y sólo se conoce en estado
doméstico o asilvestrado. El dromedario existió como animal salvaje en
Arabia probablemente hasta unos 2.000 años. Fue domesticado en el 1.800
a.C. o antes, quizás en fechas tan tempranas como el 4.000 a.C., muy
posiblemente en el sur de Arabia; desde allí se extendió como animal
doméstico hacia el suroeste y el sur de Asia (incluida la India, donde
hoy es muy numerosos) y hacia el norte de Africa, donde tuvo un gran
papel en el desarrollo de las culturas nómadas y las rutas comerciales
del Sahara.
Capaz de recorrer 47 km al día con hasta
270 kg de peso encima, el dromedario permitió la conquista del norte de
Africa por los árabes y todavía se utilizaba habitualmente con
propósitos militares en la década de 1960. Además de su utilidad como
bestia de carga, este animal proporciona leche, carne, lana, cuero y
diversas sustancias químicas –que se extraen de su orina y sus
excrementos-, así como un licor denominado kumiss que se obtiene al
fermentar la leche. Debido a la utilidad del dromedario en los países
áridos se ha intentado aclimatarlo en varias partes del mundo; sin
embargo, esta aclimatización sólo ha dado resultado en Australia, donde
existe una población cimarrona de 43.000 individuos.
Camello
(Camelus bactrianus)El camello o camello
bactriano tiene dos jorobas y debe su nombre a la antigua región de
Bactriana, entre el Turquestán e Irán, donde fue común antaño y se
domesticó pro primera vez, probablemente antes del 2.500 a.C. Desde
allí, los camellos domesticados se extendieron hacia Irak y Asia Menor
por el oeste y hacia el norte de China y Mongolia por el este. Al
contrario que el dromedario, el camello bactriano cuenta todavía con
algunas poblaciones salvajes (en China y en Mongolia). Tan adaptados a
las condiciones áridas como los dromedarios, los camellos, que en
invierno viven junto a los ríos de la estepa del Gobi, regresan al
desierto homónimo tan pronto como empieza a fundirse la nieve.
Alimentación
Estómago rumiantePese a no estar incluidos en el suborden homónimo, los camélidos tienen un estómago rumiante que les permite alimentarse exclusiva o casi únicamente de materias vegetales, tales como hierba o materiales leñosos que tienen un bajo contenido en nutrientes. Después de llegar al primero de los tres compartimientos del estómago y de sufrir allí una fermentación previa, los alimentos pueden volver a la boca y ser de nuevo masticados para su posterior digestión definitiva. Este acto, que recibe el nombre de rumia, permite al animal tragar rápidamente los alimentos, masticándolos apenas, par luego retirarse a un lugar más protegido y digerirlos más a fondo mediante la acción trituradora y química de su estómago y la degradación de sus bacterias digestiva.
Tan versátil en su dieta como en sus exigencias ecológicas, el guanaco se alimenta sobre todo de hierba, pero también ramonea una gran cantidad de hojas en árboles y arbustos. En un estudio efectuado en el sur de Argentina durante los años 80 se detectó que el 65% de la comida consumida por los guanacos era hierba, mientras el 15,4% eran hojas de plantas de mayor porte. Del mismo modo que el guanaco, la llama es pacedora y ramoneadora, pero la alpaca es pacedora estricta y sólo se alimenta de vegetación herbácea.
La dieta de las vicuñas
Esta última exigencia parece dar razón a la hipótesis según la cual la alpaca se originó a partir de una hibridación entre la llama y la vicuña. Esta última, en efecto, es también un pacedor estricto y, como la alpaca, sólo se alimenta de vegetación baja. A diferencia de lo que sucede con esta última, sin embargo, el tipo de alimentación de la vicuña condiciona por completo su vida, ya que este camélido es el único ungulado viviente que tiene incisivos inferiores de crecimiento continuo. Como los roedores, la vicuña tiene la necesidad de desgastar esos incisivos y por ello debe alimentarse de plantas duras.
Esta limitación condiciona su hábitat ya que, a altitudes inferiores a los 3.500 m, la vegetación más alta y tierna no sólo le impide moverse con soltura, sino que además no ejerce la función de desgaste que cumplen las cortas hierbas de la puna. Inversamente, los extraños incisivos de la vicuña son, según parece, una adaptación para pacer con eficiencia la vegetación baja y perenne que crece en los herbazales del altiplano, lo que debió ayudarle sin duda a colonizar este medio hostil. En la alimentación de la vicuña entran, según A.
Cardozo, las Poa y las Agrostis, el pasto estrella pegado al suelo y los pastos duros, así como los musgos y los líquenes encaramados a las rocas. En un informe de los años 80 y por tanto más reciente que el de Cardoso, que data de fines de los 60, la dieta de una población peruana de vicuñas consistía en dos terceras partes de monocotiledóneas y en una tercera parte de dicotiledóneas. Según parece, la vicuña evita la rústica Stipa ichu de los fríos parajes andinos, ya que prefiere plantas más blandas y tiernas que selecciona con su fino hocico. Por lo demás, no es raro que favorezca el crecimiento de los nutritivos brotes de hierba esparciendo sus pequeñas boñigas.
Reproducción
Las hembras de guanaco paren cada dos años, por lo general una única cría. En el sur del área de distribución, los apareamientos tienen lugar durante el corto verano austral y, tras una gestación de once a doce meses, a menudo con una gran sincronización en el parto que ayuda a protegerlos de los depredadores, nacen las crías o chulengos. Estos, que pesan de 6 a 16 kg., ya son plenamente activos media hora después de nacer y su lactancia dura de once a quince meses.Tras ser estrechamente custodiados por su madre durante aproximadamente un año, los jóvenes guanaco son expulsados del grupo por el macho dominante. Los añojos de sexo masculino, que entonces tienen de trece a quince meses de edad, forman grupos de solteros, inestables en su composición y que ocupan hábitats periféricos. Durante los tres o cuatro años que pasen en estos grupos, los jóvenes se enzarzan en peleas lúdicas y aprenden las técnicas de combate de las que dependerá luego su éxito reproductivo. Terminado este período, se dispersan para intentar conseguir territorios propios y, llegado el caso, entablar feroces luchas por las hembras.
Parto
Los guanacos recién nacidos (denominados “chulengos”) y los más jóvenes son los más vulnerables a los ataques de los depredadores; por ello, para minimizar los peligros, las hembras sincronizan los partos (así, por ejemplo, en el Parque Nacional de Torres de Paine se contabilizaron cerca de quinientos nacimientos en un par de semanas). Los chulengos más precoces empiezan a caminar y a amamantarse a la media hora de nacer, adquiriendo movilidad tan pronto como sus frágiles patas los sostengan
Distribución
De las seis especies de camélidos, sólo hay tres que mantienen poblaciones salvajes: la vicuña, que nunca fue domesticada; el guanaco que sí lo fue, y de cuyas poblaciones domesticadas evolucionaron la llama y la alpaca; y el camello bactriano, cuyas poblaciones salvajes son muy minoritarias en comparación con las domésticas. El área de distribución de estos tres camélidos era mucho mayor antaño que en la actualidad. La del guanaco, por ejemplo, se extendía como mínimo hasta el norte de Perú y quizás incluso hasta el sur de Colombia, por el sur llegaba hasta el extremo meridional de Chile y por el este cubría gran parte de Argentina; hoy, esta área se extiende únicamente desde el sur de Perú hasta la Tierra de Fuego y la isla de Navarino, con algunos enclaves muy aislados en el extremo oeste de Paraguay y en el suroeste de Argentina.Más restringida aún es el área de distribución de la vicuña, que abarca únicamente una limitada zona de los Andes centrales, en el sur de Perú, el norte de Chile –provincias de Tarapacá y Antofagasta- y el noroeste de Argentina. En el otro extremo del mundo, las últimas poblaciones salvajes del camello bactriano sólo se encuentran en el suroeste de Mongolia y el suroeste de China.
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