Cabibara
La capibara (Hydrochoerus hydrochaeris) es una especie de roedor de la familia Caviidae propia de América Central y del Sur. La capibara es el roedor actual más grande y pesado del mundo.
Características
La capibara es el roedor de mayor tamaño y peso del mundo; habita en manadas en sabanas, ríos, pantanos y zonas húmedas de Sudamérica, sobre todo en las cuencas del río Amazonas y el Paraná. El ahora extinto Neochoerus sulcidens era significantemente más grande. Son nativos de climas tropicales y templados de Sudamérica, al este de los Andes, siempre cerca del agua.
En varios países de Sudamérica está permitida su caza de la capibara, cuando no es considerado una plaga (Ej: Uruguay, Permisos de Caza en Uruguay no incluye al Carpincho)
El cuerpo de la capibara mide de 1 a 1.30 m de longitud. Puede alcanzar una altura de 50 cm y su peso varía de los 50 a los 80 kilos . Por su aspecto se asemeja al cuy. El cuerpo carece de cola y está cubierto por pelaje brillante de color pardo rojizo. Su cabeza es grande en comparación con el resto de los roedores, con orejas más oscuras, hocico redondo y dientes incisivos, cortos pero grandes, sobre el hocico — en especial los machos— manteniendo las formas fluidodinámicas poseen una ligera prominencia correspondiente a la glándula olfativa.
En tierra se mueve lentamente pero sus patas presentan una membrana que une los dedos (interdigital) que le permite deslizarse con facilidad en los ríos y pantanos. Su dieta es exclusivamente herbívora, alimentándose de plantas acuáticas y gramíneas ribereñas. Es cazado por su carne de muy buen sabor y su piel, que se utiliza en marroquinería.
Distribución
La capibara habita en la América Central y sur, desde Panamá hasta Argentina, se le conoce tambien en el Amazonas.
Alimentación
La singular adaptación de la capibara al agua lo llevó a incluir peces en su dieta. Pero el carpincho es casi exclusivamente herbívoro. Y si bien puede alimentarse de plantas acuáticas,prefiere las gramíneas ribereñas, seleccionando los pastos diminutos y tiernos. También suele roer la corteza de los árboles,para lo cual está provisto de poderosos incisivos que -como en todos los roedores- crecen continuamente varios milímetros por semana para compensar la abrasión a que se ven sometidos.
Depredadores
Sobre de la capibara: todo los buitres, anacondas, los perros salvajes, los caimanes u algunos carnivoros como el Puma y los cánidos. Cuando un predador se acerca, el primer individuo que lo descubre emite un sonido de alarma como un ladrido, de modo que si el depredador está cerca, los demás se tiran al agua formando un círculo con los jóvenes dentro.
Comportamiento
Si una capibara advierte peligro, avisa a las demás con un ladrido corto, y de inmediato todos corren trotando con una velocidad equiparable a la de un caballo a fin de ponerse a salvo en el agua. Pueden bucear y permanecer bajo el agua hasta cinco minutos, y son capaces de nadar con todo el cuerpo sumergido excepto las orejas, los orificios nasales y los ojos. Otro experto nadador sudamericano, perteneciente a otra familia de roedores, es el coipo (Myocastor coypus).
Charles Darwin describía así el comportamiento de esta especie:
“Durante el día están tendidos entre las plantas acuáticas o van tranquilamente a pacer la hierba de la llanura. Vistos desde cierta distancia su paso y su color les hace parecerse a los cerdos; pero cuando están sentados, vigilando con atención todo lo que pasa, vuelven a adquirir el aspecto de sus congéneres los cavias y los conejos”.
Sonidos: Como sonido de alarma emiten agudos ladridos, pero además, para comunicarse entre ellos, tienen una gran variedad de sonidos (gruñidos, gemidos …) que no se oyen a distancia.
El carpincho o capibara y la moda
El cuero de carpincho o capibara, suave, resistente e impermeable, resulta excelente para fabricar botas, guantes o camperas que se venden a buen precio en la calle Florida. Sin embargo, en Argentina se prohíbe la caza de este animal, lo cual genera un mercado negro que beneficia a los intermediarios del circuito. Por este motivo, existen propuestas para explotar el carpincho en forma metódica con el fin de desarrollar un recurso económico y, al mismo tiempo, no exterminar a la especie.
Estas propuestas se basan en el ejemplo de otros países, como Venezuela, que ha desarrollado una verdadera industria de la utilización de poblaciones silvestres de carpinchos a pesar de que este país comercializa solo su carne, porque no ha desarrollado una tecnología de curtiembres, que si existe en nuestro país.
La capibara se aprovecha, en la Argentina, en toda su área de distribución, desde Salta y Jujuy, pasando por Chaco, Santa Fe, Corrientes y Entre Ríos. En general, la gente lo caza en forma furtiva para alimento, pero no puede vender el cuero por ser una actividad ilegal. En Corrientes, sin embargo, hay un sistema de curtiembres y una explotación comercial restringida.
En esta provincia se recurre a distintas formas para legalizar los cueros. Por ejemplo, si un productor ganadero demuestra que los carpinchos interfieren en sus actividades porque se comen las pasturas, la Dirección de Fauna provincial lo autoriza a la matanza y a la comercialización de los cueros.
“Pensamos que lo mas transparente es legalizar la caza para hacer un uso racional, sustentable, y eliminar el mercado negro”, comenta el biólogo Rubén Quintana, investigador de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
Cuando hay circuitos ilegales, el cuero vale poco. Al cazador furtivo, que es el hombre de campo que esta en la miseria, le pagan menos de 4 pesos por un cuero que el acopiador llega a vender a 30.
Una posibilidad de explotación de la capibara es el criadero intensivo, como se hace con las nutrias, o las chinchillas. Pero el método no es redituable desde el punto de vista económico, debido a los gastos de infraestructura y control sanitario. Estos animales son mas sensibles a las enfermedades si están en cautiverio.
Por esta razón, muchos investigadores consideran que lo mas conveniente es el manejo de fauna en su hábitat, como se hace en Venezuela, donde el Ministerio de Ambiente censa las poblaciones de carpinchos y luego autoriza la extracción de una parte, entre un 20 y un 30 por ciento. Generalmente, para la matanza se seleccionan los machos adultos. Al dejar a las hembras y a los juveniles se aseguran que la población se reponga al año siguiente.
Reproducción
La capibara –cuyo ciclo vital alcanza alrededor de diez años– ya está preparado para la procreación entre los 18 meses y los dos años de vida. Es difícil distinguir el sexo, puesto que los genitales externos de machos y hembras están encerrados por el pliegue anal. Empero, para los avezados guias cinegéticos, esto no constituye un inconventene. Simplemente colocan el animal boca arriba –aproximan la punta del cuchillo– con el filo evitando cortes y presionan levemente en dirección de la cola a la cebeza. Inmediatamente aparece el pene … si se trata de un macho. NOTA: Al macho se lo suele reconocer por una protuberancia sobre el hocico –llamativamente desarrollada en algunos ejemplares y muy poco en otros– se trata de una glándula (morrillo) que crece a partir de un cierto peso del animal (entre los 35 y 40 kg.) que utilizan para la demarcación territorial. Según algunos autores el macho sería de mayor tamaño que la hembra. Sin embargo se registra un peso promedio mayor en las hembras que en los machos. Otros signos de diferenciación son los incisivos –significativamente más anchos en los machos que en las hembras– y el color del pelaje que cubre nalgas y el bajo vientre, siempre más oscuro en el macho. Como sabemos la dependencia del carpincho con el medio acuático incluye el momento del cortejo y la cópula. Cuando el macho comienza a perseguirla –olfateándola y tocándole la región genital– ella, sin alterar jamás el paso y mostrándose indiferente, guía a su compañero hasta el agua, donde ambos se bañan. La hembra se zambulle varias veces, desapareciendo de la superficie y alejándose de él… que vuelve a buscarla. Finalmente –y siempre en aguas de poca profundidad (menos de cincuenta centímetros)– el macho cubre a la hembra, que suele sumergir la cabeza y elevar la cola mientras lanza breves chillidos.
El apareamiento es breve, apenas unos pocos segundos. Luego ambos nadan y lo repiten ininterrumpidamente unas quince veces –y hasta tres en un minuto– no siendo raro que varias parejas copulen a la vez y en una misma laguna pequeña produciéndose intercambios de compañero. Ocasionalmente una hembra puede interferir los cortejos de una pareja, o un macho disputarle la hembra a otro con la precitada finalidad.
GESTACIÓN Y CONVIVENCIA EN MANADA: Tras una gestación relativamente prolongada (que en promedio varía entre 122 y 153 días) las crías ,que lo son de una a siete por parición, nacen en un estado de desarrollo avanzado. A los diez días de vida están ya en condiciones de caminar siguiendo a la madre. La hembra, que posee cinco o seis pares de pezones ventrolaterales y poco salientes, amamanta a los hijos hasta los cuatro meses. Lo hace siempre de pie y con sus pequeños acostados a cada lado. No parece haber luego entrenamiento ni cuidados especiales para con los hijos. Una vez constituidas las familias se mantienen unidas ya que los jóvenes acompañan a sus padres tanto en el reposo como en la actividad. Otros grupos familiares están compuestos por un macho y varias hembras, con o sin crías. De hábitos gregarios, el carpincho vive en manadas sedentarias de tamaño variable según las estaciones del año. Integradas por individuos de ambos sexos y distintas edades, las manadas están originadas en una sola familia y responden a la necesidad impuesta por la dependencia del animal al agua que, fatalmente, debe compartir. Constituyen sociedades cerradas, con una organización jerárquica bien adquirida y mejor asimilada por sus componentes. El número de individuos de cada manada es variable. En el Parque Nacional de “El Palmar” (Provincia de Entre Ríos / Argentina) y en la laguna “La Brava” (Sita a la altura del Km. Nº35 de la ruta nacional Nº 226 en la Provincia de Buenos Aires) se han observado grupos de veinte a sesenta integrantes. La distancia entre individuos varía desde los cincuenta centímetros –cuando reposan– hasta cien metros –mientras pastorean– el último resulta ser el momento en que se registra su mayor dispersión.
CONSERVANDO LA DISTANCIA: Los desplazamientos de las manadas se realizan en Fila India. En éstos casos el pisoteo continuo va formando una zanja que al profundizarse llega a actuar como cauce de drenaje. Dentro del área de acción del carpincho se llegó al reconocimiento de tres tipos de lugares: El de reposo, otro para bañarse y uno de pastoreo. Animales de una misma manada suelen superponer sus áreas, pero cuando individuos de una manada invaden la zona de otra pueden producirse encuentros agresivos entre los machos, las hembras o los jóvenes. En general las actitudes antagónicas tienen que ver con las relaciones jerárquicas y con las rivalidades sexuales momentáneas. Hay parejas –por ejemplo– que no toleran la presencia de ejemplares jóvenes en las proximidades y llegan a atacarlos con su poderosos incisivos. La comunicación entre individuos se establece mediante diversas señales: gritos, aullidos, saltos, erizamiento del pelo y un largo etcétera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario